Destacados
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Nada que demostrar
No hay que demostrar nada, no hay nada que demostrar. Pregúntate qué es lo que te haces a ti misma, cuando insistes, cuando te obcecas, cuando no eres capaz de quedarte en silencio por un momento y pensar. No hay nada que demostrar. En serio, has crecido, ¿no te das cuenta? Has crecido, dentro de ti hay mucho más que todo eso. Lo sabes, cada conversación es una conversación, no hay nada que demostrar. Las palabras tienen la importancia que tú les das (y no hay nada que demostrar). El silencio, el silencio dice mucho, porque no hay nada que demostrar. Párate y piensa, no te alteres (innecesariamente), no te violentes (innecesariamente), que de verdad, está bien, las palabras son palabras y a ti, ni fú ni fá, pero tus palabras… ¡esas sí que son tus palabras! La responsabilidad de tus palabras, la acción de tus palabras y no, no hay nada que demostrar. Tú sabes quién eres, tú sabes cómo piensas, tú sabes cuáles son tus buenas intenciones, así que no, no hay nada que demostrar.
Comentarios
Publicar un comentario