Mi chico está mazado y se empalma todas las noches, mi chico me vuelve loca porque sé que me ama con locura. Mi chico me convence de follar hasta cuando no quiero y hace tiempo que me deslizó un dedo en el anillo. Mi chico no duda, sólo actúa y después, cuando se da cuenta de lo que no pensó, de veras, se siente muy arrepentido. Mi chico no tiene mucho dinero pero, aún así, no le tiembla la mano para abrir la billetera o pasar la tarjeta, sobre todo cuando es por complacerme. A mi chico quizá le gustes un poco y te folle con la mirada (o con la polla), pero al menos tiene la decencia de disimular y no decirme nada porque él sabe, en el fondo, que yo soy su chica. No lo juzguen, es muy fácil desde fuera, pero les aseguro que nadie puede entender nuestro amor, nuestra pasión, mi chico y yo nos queremos tanto que se podría decir que prácticamente somos uno. Además, nadie es perfecto, y yo no tengo incoveniente en demostrar lo orgullosa que estoy de él, cuánto le quiero, es tan guapo, es tan sexi, que entiendo que sea el foco de toda vuestra envidia y, por eso, estoy tan convencida de que solo me metéis mierdas en la cabeza para que lo dejemos. Pero jamás lo haré, porque desde el primer momento supe que él era para mí. Para mí, MI CHICO. ¿Lo entiendes, zorra? A putear al puterío. Es mi chico, así que no te metas.
Mi chico, a veces, saca lo peor de mí y lo consiento, me consiento, le consiento, porque, al fin y al cabo es mi chico. ¿Quién mejor que él para llenarme?
Comentarios
Publicar un comentario