Concretamente nadie

                Que si digo ven, me digas venTE. Tu puerta, blindada, tras de mí cerrada. [En la entrada, en tu casa. Estoy dentro de ti, conmigo o sin mí.]

                Me acerco, una mirada contenida, ¿te acercas? ¿sí? ¿Qué quiere decir una mirada desviada?

 ¡Acércate!        

Más y más,                         Más y más,                         Más y más,

 

hasta aquí.

Aliento contenido,

aliento compartido.

 

Mis manos inquietas, mis manos excitadas, mis manos violentas; manos y pintadas, manos y bofetadas, (¡y ojalá que las recibas sin sonrisas enlatadas!). Porque de veras, el plano detalle de tus manos; tus manos liando un canuto, tus manos cogiendo la tarjeta, tus manos limpiando el retrete, tus manos haciendo el bruto, tus manos agarrando mis tetas, tus manos leyéndome la mente. El plano detalle de tus manos, mi fantasía, mis manos y sus expectativas (Ya, claro, ha-ha). Fantasía fluida y pantallas divididas.  

Si cuando beso mis manos, imagino que mis manos son besadas, que hago un intercambio de babas... Si cuando rozo mis muslos, imagino que mis muslos son rozados, que mis manos están atadas… Si cuando me devoro, imagino que soy devorada, o que me meo en tu cara... ¿Qué es lo que pasa? Porque cuando bailo en mi habitación, la puerta cerrada, me imagino a mí bailando delante del espejo; y cuando escribo, me imagino escribiendo para mí sin importarme nada. A ver si ahora va a girar todo en torno a ti [y a ti, y a ti, y a ti…] cuando ni si quiera tienes cara.

Cuando te dibujo, ¿te estoy romantizando, o sólo me excito imaginando roles y teatros? Mientras flaqueo yo sola en la cama, escapando ensimismada.

 

porque cuando me callo, imagino que estoy siendo

            callada.