Pides espacio, pides tiempo,
pides silencio para pensar, para deconstruirte y reconstruirte. Está bien, no
soy una santa, pero tampoco soy una villana; sé que he hecho bien y he hecho
mal, sé que soy persona… Esta persona pide espacio, tiempo y silencio para que
el dolor, el enfado, el recuerdo, el nerviosismo y muchas otras cosas que
componen su petada y repetada cabeza no lo manden todo al garete, no le dejen
un mal sabor de boca. Esta persona necesita volver a conocerse a sí misma,
después de dedicarle tanto tiempo a compartirse con esa otra persona, a sacar
un uno de un dos.
Parece que eso es un
sacrilegio, parece que por eso le importa un cagarro lo que le digas, lo que
pienses, lo que sufras… Pero sólo PARECE.
Igual no es el mejor momento
para decir todo lo que tú has pensado, igual no es el mejor momento para decir
lo muy mierda que te parece, que no merece la pena volver a saber nada más de
ella… Igual no es el mejor momento, cuando está a punto de iniciar su viaje,
cuando está intentando comenzar ese proceso de reconstrucción, para decir que no crees que
esté preparada para ello. Igual te podrías meter tus consejos de vida por donde
te quepan si es que te caben más, igual me los das porque te sobran consejitos
para ti y necesitas hacer que tus consejos depriman a otros. Igual crees que has
pensado muy bien todo, pero lo has pensado muy bien para ti, sin pensar en la
otra persona.
Vuelves a enfadarme a
inquietarme así que NO, NO ME DIGAS QUE ME LO DICES PORQUE ME QUIERES; NO ME
DIGAS QUE ME LO DICES PORQUE AÚN ME TIENES ALGO DE APRECIO, Y MUCHO MENOS DESPUÉS
DE DECIRME QUE SOY TAL O CUAL MIERDA PORQUE ESTO Y LO OTRO.
Gracias por agitar mis malos
pensamientos, mis malas emociones… Gracias por negar mi independencia, gracias
por creerme incapaz, GRACIAS POR TUS CONSEJITOS [de mierda].
Me voy, me voy, me voy… Y,
gracias a las personas que de verdad me quieren, gracias a esas muchas
experiencias que he vivido y hablado con ellas como compañeras, gracias a todo
ello me estoy haciendo fuerte; lo suficientemente fuerte como para iniciar el
viaje sin que tus palabras me revuelvan las tripas y me entre cagalera cada vez
que tenga que levantar el pulgar.
Comentarios
Publicar un comentario